
Encuarentenados y a corazón abierto
Cuando la realidad supera la ficción
Tras las sombras de las Torres
por María Victoria Tilleiro
Mi nombre es Martín Vázquez, nací en Argentina, más precisamente en la ciudad de Rosario, en el año 1970. Al finalizar mis estudios secundarios, decidí mudarme a la ciudad de La Plata, donde ingresé a su Universidad para estudiar Periodismo.
Al terminar la carrera, recibí una beca para asistir a una especialización en la Universidad de Columbia, Nueva York.
Por lo que a fines del año 2000, luego de las fiestas compartidas con mi familia en Rosario, me despedí de mis padres hasta mi regreso y emprendí el viaje hacia La Gran Ciudad.
El curso se extendería hasta mediados del año 2000, época en la que comienzan las vacaciones de verano en Estados Unidos, y mi idea era permanecer unos meses más para conocer otras ciudades. Así fue como desembarqué en Nueva York la primera semana de Enero, y, luego de instalarme, me aboqué al curso.
En base a mi buena performance y al contacto con mis profesores, logré conseguir un puesto de trabajo como periodista de cobertura móvil en un importante noticiero local, y eso determinó mi estadía por un tiempo más.
El 11 de Septiembre del 2001, iba a ser un día más de trabajo, sin embargo el atentado nos sorprendió y marcó nuestras vidas para siempre.
A partir de la cobertura de estos hechos, es que 19 años más tarde nace el relato que sigue, el cual surge a partir de un hecho que conecta ambas épocas: el desembarco del buque sanitario para asistir el atentado, y años más tarde, en el 2020, para brindar apoyo por la pandemia.
El 30 de Marzo de 2020, tuve la oportunidad de cubrir la llegada del buque sanitario a las costas de Nueva York, debido a la pandemia del COVID-19.En el momento del arribo del buque, se me vino a la memoria la llegada del mismo barco, en ocasión del atentado contra las Torres Gemelas.
Cubierta la llegada del buque, con el propósito de contribuir en la lucha contra la pandemia, decidí dedicar un homenaje a las víctimas del atentado, recopilando testimonios de personas que participaron activamente durante el ataque perpetrado a la ciudad.Para esto, me basé en entrevistas realizadas a bomberos sobrevivientes, que participaron en el rescate de las víctimas del 11 de Septiembre.
Nunca olvidaré a Jimmy Brown, principiante en la profesión, contándonos sobre lo que estaba sucediendo en ese momento, describiéndonos unas grandes bolas de fuego y escombros que llovían del cielo: el vuelo número 11 de American Airlines había impactado contra la Torre Norte del World Trade Center.
Sean Tallon, compañero de Jimmy y también principiante, fue otro observador atónito desde el momento cero de la masacre: la imagen en las calles era lúgubre, tenebrosa, desoladora, sólo podían verse restos de cuerpos humanos.
Al llegar a la entrada del World Trade Center, Tallon pudo ver como un hombre salía envuelto en llamas, su cara carecía de expresión alguna. En ese momento, Tallon entendió la gravedad de los hechos ante los que se enfrentaba.
A las 9:02 AM, el vuelo 175 de United Airlines, embistió la Torre Sur del WTC.
Otro de los bomberos, Dan Potter, quien se encontraba de descanso, al enterarse de estos hechos, se dirigió rápidamente hacia la estación. Cuando cruzó Liberty Street, encontró escenas propias de un campo de guerra.
Los jóvenes bomberos se encontraban paralizados ante la situación, solo los más veteranos lograban reaccionar, para enfrentar la difícil tarea de rescatar a las personas y atender a los heridos.
Así los bomberos comenzaron la evacuación de la Torre Norte. Todas las personas eran dirigidas hacia el metro, la zona más segura, ya que la calle se encontraba minada de escombros. De este modo se logró la evacuación de miles de personas.
La desesperación reinaba en los pisos más altos de las Torres, desde donde las personas saltaban al vacío, sabiendo que no tenían oportunidad alguna de salvación.
9:59 AM De un momento a otro, la Torre Sur comenzó a balancearse, y en cuestión de minutos se derrumbó, ante la mirada estupefacta de miles de personas que se encontraban en el lugar. De repente, estas se vieron envueltas en una nube de polvo caliente y arenoso. La gente deambulaba inmersa en ella, en estado de desorientación.
Los bomberos que lograron escapar a la caída de hierros y hormigón, y pudieron sobrevivir al humo tóxico producto del derrumbe, comenzaron lentamente la ardua tarea del rescate de personas atrapadas.
Cuando el humo se disipó, continuó la evacuación de la Torre Norte.
Nadie podía imaginarlo, pero lo cierto es que no contaban con demasiado tiempo para finalizar esto.
10:28 AM La primera Torre en ser atacada cae finalmente, herida de muerte.
El alud de ceniza cáustica se desparramó por todo el bajo Manhattan, alcanzando a su paso a cientos de personas. De pronto se hizo la noche y el silencio fue absoluto.
La estación de bomberos quedó sepultada por una montaña de escombros y cubierta de ceniza. Allí acudieron ellos, para averiguar sobre la existencia de sobrevivientes entre sus compañeros.
La desesperada búsqueda de personas vivas atrapadas se prolongó durante todo ese día y la noche. Continuó durante los siguientes días, pero no resultó muy exitosa.
Al cabo de dos semanas, era evidente que no se lograría encontrar más personas con vida, por lo que los bomberos se dedicaron a rescatar los cuerpos de las personas fallecidas, intentando darle la mayor dignidad a esta labor.
Los testimonios de las esposas de los bomberos fallecidos coinciden en la desesperación que inicialmente sintieron, cuando aún no tenían novedades sobre el paradero de sus esposos, y destacan la nobleza y el cariño con que fueron tratadas en todo momento por parte de Ten House, el cuartel de bomberos.
El número final de bomberos desaparecidos a causa del ataque terrorista ascendió a trescientos cuarenta y tres. Las víctimas fatales, dentro y en la base de las Torres, fueron dos mil seiscientas dos.
Las Torres Gemelas fueron reemplazadas por dos grandes fuentes de agua, cuyas medidas coinciden con la base de dichas Torres. En ellas se encuentran adheridas grandes placas de acero, que llevan grabados los nombres de las víctimas de este atentado.
Además, se construyó el “One World Trade Center”, conocido como “Freedom Tower”, actualmente el edificio más alto de los Estados Unidos.
Epílogo
El 11 de Septiembre de 2001, la ciudad de Nueva York se vio devastada por el ataque terrorista a las Torres Gemelas.
Esto causó dolor e incertidumbre entre sus habitantes, quienes con dificultad pero también con mucha convicción y entereza, lograron salir adelante, reconstruyendo su ciudad.
La estación de bomberos “Ten House”, que se encontraba a pocos metros de las Torres, perdió a la mitad de su equipo de bomberos que estaba de turno ese día. Aún así, la estación permaneció en pie, y fue restaurada poco a poco, incluso cuando todo a su alrededor estaba todavía destruido.
Luego del atentado, Ten House inició una nueva etapa como centro de orgullo y dolor por los bomberos caídos. Quisieron mostrar a la gente que frente a la devastación, ellos aún estaban ahí, para protegerla.
En estos días, una nueva situación de dolor golpea al mundo entero, y a esta ciudad en particular, ya que el número de víctimas hasta el momento, supera las habidas durante el atentado del 2001.
Actualmente, una vez más y frente a la necesidad, se hicieron presentes los grupos de asistencia ante la emergencia sanitaria.
Mi propósito es rendir un homenaje a las víctimas, pero también a los grupos de ayuda que intervinieron desinteresadamente en aquellos momentos como en los actuales, difíciles y dolorosos para todos los países del mundo.